lunes, 29 de diciembre de 2014

El Obispo católico de Amberes demanda a la Iglesia reconocer a las parejas del mismo sexo.

 

En una entrevista con el periódico flamenco De Morgen, el obispo de Amberes (importante ciudad del norte de Bélgica) Johan Bonny, dijo que la Iglesia Católica debería reconocer los matrimonios de parejas del mismo sexo, "Tenemos que buscar dentro de la Iglesia una forma de reconocimiento formal de la relacionalidad que también está presente en muchas parejas del mismo sexo" señaló y agregó "Al igual que hay en la sociedad una variedad de marcos legales para las parejas, también debe haber una variedad de formas de reconocimiento dentro de la Iglesia." 

Según el obispo, un par de hombres o mujeres bien puede ser parte de un matrimonio religioso: "Los valores intrínsecos son más importantes para mí que la demanda institucional. La ética cristiana se basa en relaciones duraderas o exclusivas, la lealtad y la atención están en el corazón del  matrimonio"

También reconoce la posibilidad de que esas parejas puedan formar una familia."Luego, esta la apertura a dar una nueva vida, o al menos la responsabilidad asumida por los compañeros de ser generosos en lo que ofrecen los niños".

Poco antes del sínodo sobre la familia en octubre pasado, Johan Bonny ya había expresado sus convicciones y había instado al Vaticano a ser más tolerante con las diferentes formas de pareja: "El que quiera entrar en diálogo debe tener cuidado con utilizar calificativos que se enfrentan a la realidad de la  vida y por lo tanto suenan muy humillantes", dijo entonces. 

Ahora bien, esta decisión en favor del reconocimiento de las parejas del mismo sexo y sus familias está lejos de ser trivial, tomao en cuenta que Johan Bonny es el favorito para ser el nuevo Arzobuspo Primado de Bélgica sucedendo al actual Arzobspo André-Joseph Léonard de Malinas-Bruselas y primado de Bélgica, quien se retirará en mayo de 2015. Este último tiene un discurso que esta en las antípodas del que expresa el obispo de Amberes en lo que se refiere a las parejas del mismo sexo, y cometió varios excesos homofóbicos en los últimos años (incluyendo haber calificado el SIDA como "forma de justicia poética"), lo que le ha valido recibir sendos tortazos en la cara de parte de activistas LGBT dos veces.

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